Ya queda poquito para que Anabel Pantoja, nuestra sobrina-prima favorita, dé el "sí, quiero". La primera semana de octubre, amigas y amigos, será cuando Omar Sánchez dejará de ser novio para convertirse en marido. Aunque, eso sí, seguirá siendo para siempre 'El Negro' (ese mote cariñoso con el que Anabel le llama).
Pero, como bien sabemos, el apellido Pantoja va siempre acompañado de polémica. Como la sal y la pimienta, siempre de la manita. Y estos últimos días Anabel está teniendo un verdadero quebradero de cabeza. Y no por culpa de las flores, ni del vestido, ni de los muñequitos de la tarta de boda. Sino por su padre, don Bernardo Pantoja.
Una boda cargada de polémica y... ¿traición?
Vayamos al comienzo de esta historia para no perdernos. Anabel va a celebrar su boda en la playa. Su padre, hermano de Isabel Pantoja, va en silla de ruedas desde que le tuvieron que amputar parte de una pierna por una infección que se complicó por culpa de la diabetes que padece.
Anabel informó entonces que, sintiéndolo en el corazón, su padre no podría asistir a la boda. ¿Por qué? Porque, según ella, al ser en la playa y no estar adaptada para personas con movilidad reducida, papá no podría aparecer con su carrito motorizado.
Pero es entonces cuando aparece casualmente una foto de Bernardo, con unos familiares, en la playa. Y, ¡oh!, más casualmente aún, Bernardo intenta vender esas fotografías a la prensa por 40.000 euros. Según dicen, además de para sacarse un dinerito extra, sería para darle en la cara a su hija y demostrar que si no le ha invitado a la boda es porque no le ha salido del mondongo.
¿Traición?¿Dinero? ¿Desacreditar a su propia hija? "La quiero más que a nadie en el mundo", dijo hace unos días a través de una llamada a 'Sálvame'. "Yo no la quiero, yo la adoro".
Y ha sido en una última conversación con el programa cuando ha acabado confesando: "Me ha tendido una trampa un señor". ¿Por qué? Porque el periodista con el que habló para vender las fotografías grabó la conversación, en la que Bernardito se quejaba de que le debían pagar los ya famosos 40.000 euros.
"Me ha hecho una trampa, yo me he dado cuenta", confiesa Bernardo al programa. Pero la cosa no queda solo ahí, sino que va acompañado de una... ¿amenaza?: "Ya me he enterado de que van a por él, porque ese no sabe con quién se ha metido".
El bastonazo de Bernardo Pantoja
¿Que podría acabar aquí la cosa? Claro que sí. ¿Pero por qué acabarse cuando podría ir a mejor? Suban la apuesta... ¿Qué más podría pasar? Pues que José Antonio León, el reportero más incansable —y pesadito, seamos sinceros— de 'Sálvame', está persiguiéndolo por la calle en busca de unas declaraciones jugosonas.
Y llega entonces el punto en el que Bernardo no aguanta más —normal— y acabe explotando: "¡No me grabes, por favor, que te meto en bastonazo!". Así nos gusta. Que las cosas siempre se pidan "por favor".
Foto de cabecera | GTRES
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