Todos ansiamos que llegue el 2021 como si por un cambio de fecha en nuestros relojes todo fuera a mejorar, aunque sí que es cierto que un nuevo comienzo siempre trae esperanzas. Y es que los españoles tenemos una moral... Nos creemos que el 1 de enero seremos personas diferentes y no, solo seremos personas más gordas después de tanta comilona y de habernos zampado el calendario de adviento en dos días.
Pero Belén Esteban ya está curtida en esto de las falsas promesas, han tenido que pasarle por encima un exrepresentante ladrón y un pollo (¡Andreíta, comételo ya!) con su amigo Jorge Javier para darse cuenta que la vida no es color pastel, sino más bien fosforito, intenso. Por eso, la princesa del pueblo ha anunciado que este año no habrá paparazzis en el portal de Belén felicitándola por su compromiso ante Dios con Miguel: "No me caso en el año 2021", ha asegurado.
Casarse por la iglesia y por lo legal no ha sido solo una gran estrategia para embolsarse dos exclusivas muy jugositas, más rentable que el rosco de 'Pasapalabra' y todo (solo hay que aprenderse un par de frases y no el diccionario entero), sino que también, ahora, será un gran indicador y celebración de que la pandemia 'c'est fini' (se ha acabado, en francés, que ella lo habla a la perfección: lo demostró al llamar 'metemierdé' a Olvido Hormigos) porque Belén quiere poder hacer un enlace de compromiso en condiciones, sin mascarillas ni hostias (bueno, eso sí, que la boda es por la iglesia).
"Tengo claro que este año no va a ser. Iba a ser en junio, pero no va a poder ser. Queremos que todo esté bien y sabemos que va a ser imposible" ha contado la Esteban muy realista a la revista 'Semana', esa donde escribe recetas culinarias del mismo modo que Jordi Cruz hacía las manualidades de 'Art Attack': con un "Negro" que las haga por ella.
Foto | GTres
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