El pasado mes de octubre el público de Instagram vivió un acontecimiento totalmente inesperado. Amaia Montero publicaba un post sin los filtros y ni el postureo característico de esos lares donde se la podía ver con la cara lavada, despeinada y con una expresión nada feliz.
Lo que verdaderamente hizo saltar las alarmas no fue que nuestra queridísima reina del pop posara al natural, sino los comentarios con los que le contestaba a sus followers. "Si la esperanza es lo último que muere y todavía no la he perdido, ¿de qué me sirve la vida?" o "¿Por qué a Maléfica le llaman de esa manera cuándo le cortaron las alas?", fueron algunas de las expresiones que empleó la vasca, además de explicar que se sentía "destruida".
Personajes muy cercanos a la diva como Gonzalo Miró (su ex churri) o su amiga Cayetana Guillén Cuervo se pronunciaron alegando que no estaba pasando por un buen momento y le mandaron todo su apoyo. También, hace pocas semanas se hizo público que la intérprete de 'Muñeca de trapo' había ingresado en una Clínica de Navarra donde permaneció un mes.
Ayer jueves 8 de noviembre Amaia rompió por fin su silencio a través de una conexión telefónica con 'Socialité' en la que desveló que todavía "no está preparada" para hablar sobre lo "que le ha ocurrido": "Sabéis cómo soy de reservada en mi ámbito personal, y mucho más en algo así", comentaba la cantante, quien además dejó clarinete que estaba muy molesta con la forma "bastante heavy" con la que ciertos medios de comunicación la habían tratado a ella y a su family.
A su vez, Montero afirmó que "no es un momento de celebración", a pesar de que las parties navideñas están asomando la cabecita, puesto que se encuentra volcada en su recuperación para volver a ser la queen de los hits para corazones partíos lo antes posible y enamorarnos de nuevo con su música.
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