A nosotros Paula Echevarría jamás dejará de sorprendernos. Porque tengamos en cuenta que fue el pasado mes de abril cuando la actriz daba a luz a su retoño con Miguel Torre, Miguel Jr (de Miguelillos va la cosa). Cinco meses han pasado. Cinco meses... ¡Cinco meses! y ni rastro del embarazo.
Y esto es algo que sus seguidores de Instagram se empeñan en comprobar en cada una de las fotografías que la Echevarría comparte. Como en la última, después de una sesión de fitness. Que mira lo mal que está repartido el mundo. Ella ahí, tan feliz, tan tranquilita, sonriendo como si no hubiese pasado nada. Y nosotros después de unas sentadillas te echamos el desayuno, el pulmón y el hígado por la boca...
"Estás divina", "madre mía, ya estás con un cuerpazo diez" o "figura recuperada" son algunos de los comentarios que sus seguidores y amigos se lanzan a escribir, impresionados por la rápida —rápida no, rapidísima— evolución de su cuerpo.
Y es que tengamos en cuenta que durante el embarazo la muchacha ganó, ni más ni menos, que 25 kilos (es lo que pasa cuando tienes que alimentar a una criaturita que te ha okupado el estómago).
Pero fíjate las cosas que tiene la sociedad, las ideas locas que nos mete en la cabeza, que la Echevarría aún no está conforme con el cuerpo que tiene a día de hoy: "¿Veis como aún hay mucho que mejorar?", publicaba en uno de sus stories.
Y aquí, además del deporte y la alimentación, viene otro de los secretillos que nos desvela: ¡un tratamiento de belleza para reducir la tripa! Eso sí, ha sido en este punto cuando nos hemos dado cuenta de que nosotros no estamos hecho para esto: hemos visto el tratamiento, nos ha recordado al chocolate con leche... y nos hemos hecho una caminata a la cocina a por una tableta. Tener un cuerpo 10 no es lo nuestro; demasiado aburrido.
Foto de cabecera | GTRES
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