Creo que nunca vamos a escuchar de la boca de Isabel Pantoja decirle a sus cirujanos de confianza ''no me vais a operar más''. La tonadillera parece estar harta de llevar esas gafas de sol negras y que prefiere tener la cara estirada nivel papel film de un envasado al vacío del Día.
En mi humilde opinión, es un poquito absurdo someterse a este tipo de cirugías teniendo en cuenta que, ahora, en Andalucía, tenemos que llevar la mascarilla hasta para hincar la sombrilla en la playa. ¿Por qué lo hace Isabel? Porque puede. Así, se une a la #pantosensualidad de su sobrina Anabel.
Es un misterio qué se ha hecho exactamente la Pantoja en su rostro de folclórica sufrida ¿lipo? ¿un poquito de labios a lo Susana Griso? Sea lo que sea parece haberse dejado los dinerales por lo contenta que se ha mostrado la clínica de cabecera con la nueva visita de su clienta VIP.
Pasarse por la ITV parece un planazo después de cuarentena, sobre todo si es para dejarnos estas portadas tan jugosas para el mundo del cancaneo que nos muestran una Isabel viejoven (debe alegrarse, por la parte de joven) a lo Beyoncé cañí.
Vía | Semana
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