No nos cabe duda de que las memorias de Matthew Perry, el desternillante Chandler Bing en 'Friends', nos está dejando episodios la mar de jugosos. Como ya os salseamos desde Poprosa, 'Amigos, amantes y aquello tan terrible' (su libro) saldrá al mercado el próximo 17 de noviembre y ya se han hecho públicos algunos de los fragmentos que darán más que hablar.
Entre ellos destaca el terrible capítulo en el que estuvo a punto de marcharse al otro barrio después de que su colón estallara por un consumo excesivo de opioides: "Los médicos dijeron a mi familia que tenía un 2% de posibilidades de vivir", relata.
También, se puede leer cómo el muchacho rompió su noviazgo con la guapérrima Julia Roberts, que empezó cuando esta hizo un cameo en la serie de los coleguis, para su sorpresa: "Salir con Julia Roberts había sido demasiado para mí. Estaba constantemente seguro de que iba a romper conmigo", explica.
Ahora, el 'Page Six' ha sacado a relucir un fragmento cuanto menos peculiar. Y es que Perry pensó durante telita de años que su pene "no funcionaba" hasta que apareció la actriz Tricia Fisher y le rompió los esquemas. Cabe destacar que Matthew comenzó a abusar del alcohol desde muy teenager y cuando intentaba practicar un lio sabanero le era imposible. Pero se autoconvenció de que era "impotente" en lugar de buscar "la correlación entre la bebida y las partes íntimas", como él mismo admite.
"Andaba por el planeta pensando que el sexo era algo para otras personas. Durante mucho tiempo. El sexo sonaba muy divertido, pero no estaba en mi arsenal", confiesa Perry. Pero su suerte y la de su amiguito de ahí abajo cambió tras la llegada de Tricia, quien le dejó clarinete que sus problemillas guarrindongos "no iban a volver a ocurrir" y le "llevó a la cama": "Pura gloria durante dos minutos enteros", zanja.
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