La relación actual entre Shakira y Piqué está más tensa que la cremallera de uno de los vestidazos XXS de Kim Kardashian. Desde que el culé se morreara cual quinceañero presumiendo de parienta en la verbena del pueblo con su novieta, Clara Chía, la colombiana no lo quiere ver ni en pintura. Esto ha dado lugar a que el bro de la última, Tonino para los amigos, se citara ayer lunes con su ex cuñado con el fin de ponerlo en su sitio.
Tal y como han salseado desde 'Informalia', es el hermanísimo de la cantante el que está sudando la gota gorda para que los ex tortolitos lleguen a un acuerdo por la custodia de sus retoños Sasha y Milan. Por el momento, ambos churumbeles están escolarizados en Barcelona y residen 15 días alternos con sus progenitores, aunque las intenciones de la intérprete de 'Tortura' no son otras que llevárselos con ella a Miami Beach.
Sin embargo, llegar al citado acuerdo se le va a hacer cuesta arriba a Tonino después del filetaco del futbolista con Chía en el concierto de Dani Martín y de la portada que protagonizaron ambos días después de este. Es por esto por lo que ayer se trasladó al domicilio de Gerard en el centro de Barcelona con el fin de recapacite y se vuelva más discreto en lo que concierne a su vida privada.
Según la publicación citada anteriormente, los papis del defensa blaugrana también están mediando en su relación con la Shaki. Han sido ellos los responsables de trasladar las maletas de los peques al casoplón de su mami tras pasarse las últimas dos semanas en casa de Piqué
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