Después de que descubriéramos su condición terraplanista (mejor por tierra plana que en las alturas de un avión), pensábamos que era imposible ver a Melendi liarla más que aquel día. Sin embargo, 'Socialité' se ha hecho eco de una nueva juerga clandestina que el cantante protagonizó hasta conseguir ver "su jardín con enanitos", como dice su canción.
Según han contado los socialiteros más dicharacheros en el programa de los fines de semana, el cantante fue cazado en un hotel muy conocido de Barcelona procurando sí hacer ruido vestido con una sonrisa junto a dos atractivas mujeres. Todo apunta a que el 'Milindri' y su banda organizaron una fiestuqui que se fue de madre entre tanto artisteo y compadreo.
Tal y como han podido reflejar los testigos, Melendi y sus acompañantes estuvieron missing (perdidos, en búsqueda y captura de sus amiguetes) durante unas horas: "Salió hecho polvo", decía de manera muy esclarecedora una de las personas que tuvo la suerte de presenciar esta semana tal juerga clandestina con "música y golpes" hasta altas horas de la madrugada. De hecho, el cántabro al día siguiente tenía tal resaca que canceló su compromiso con un famoso programa de televisión.
Ramón (conocido en el mundillo como Melendi) ha vuelto así por unas horas a ser el chico rebelde de rastas con apariencia de vender pañuelos en un semáforo que fue en sus inicios, antes de someterse a ese espectacular cambio que hoy le convierten en un papi de lo más atractivo. El coach de 'La Voz Kids' provocó la histeria de muchos clientes del hotel, que se quejaron a las autoridades (antes de robar las toallas y los jabones, como suele hacerse): “La gente no podía dormir, estaban todos alucinando”, cuentan desde el programa.
Él mismo reconocía en entrevistas, tras su gran cambio, lo mucho que le perdían las sustancias y el alcohol. De hecho, fue este último quien le hizo protagonizar el show más famoso de su vida, allá en el 2007, en el garito más multitudinario y espectacular de su carrera (no, no es el WiZink Center, sino el aeropuerto): "Nos emborrachamos en el mismo aeropuerto. Discutimos porque nos requisaron unas botellas de alcohol. Yo estaba en una época rebelde de mi vida y a mí no me llama borracho ni mi padre", confesaba sobre el incidente en el avión, "el punto de inflexión de su vida".
Ahora, en 2022, Melendi parece estar aprovechando su segunda juventud, su renacer como hombre guasherón con fiestas como la que protagonizó en Barcelona: “No estaría en condiciones de asistir a ningún lugar, se lo pasó demasiado bien la noche anterior”, detallaban algunos testigos. "Se le fue de las manos, Melendi iba muy perjudicado", han comentado los curiosos a los que, seguramente, el segurata no dejó pasar y decidieron vengarse poniéndose en contacto con 'Socialité'.
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