Iñaki Urdangarin sigue capitaneando titularacos con su idilio romántico con Ainhoa Armentia. Estos tortolitos andan en la mejor etapa de su relación donde encuentran cuqui hasta el aliento con olor a cerrado de ambos por la mañana. Aparte de esto, si pensabais que la verdadera estrella de la family era Pablito por su afición a darle a la sin hueso sobre el lío sabanero de su padre y protagonizar 'TikToks' cual Dulceido de sangre azul, estabais muy equivocados.
Según 'Lecturas', Diego Urdangarin, hijo de Mikel (bro de Iñaki), lo está petando en 'Netflix' por su participación en la nueva serie de Manolo Caro, 'Érase una vez... pero ya no'. El sobrinísimo del manita poco relajá es un bailarín de cuidado y su papel en el proyecto se resume básicamente a mover el esqueleto y a darle duro a los pliés y relevés porque frases tiene más bien poquitas.
De hecho, este Víctor Ullate en prácticas protagoniza un tórrido encuentro calenturiento en el dramita musical del argentino. Más concretamente, este escarceo real tiene lugar en el techo de un coche porque la parte de atrás como que ya está mú vista para el chiquillo. Se trata de una escena musical en la que Mariola Fuentes canta entre lágrimas mientras un team de bailarines, lejos de consolarla, se dedica a refregarse en cada centímetro del vehículo. Di que sí, prioridades.
Él debió quedar la mar de satisfecho con su labor artística (y lingüística) ya que la ha compartido en su cuenta de Instagram para el gozo de sus casi 1.500 followers.
Además, si echamos un ojo por la red social del postureo de Dieguito, podemos apreciar como los bailecitos elásticos de esos que te rompes la columna vertebral en un descuido, las miradas de malote pa' ganar likes y el #freenipple están presentes en cada uno de sus post.
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