Si hay algo que no nos gusta dar en Poprosa eso son las malas noticias y llevamos una semana que es un no parar. Duele despedir a la gente, y mucho más si con ellos se te va una parte de esos momentos culpables del cine. Se nos ha ido Severus Snape. Hasta siempre Alan Rickman.
Es que es lo que tiene, estás tú ahí atenta a que vayan a empezar las nominaciones a los Oscars y ¡zasca! bofetada en las noticias con el fallecimiento a los 69 años de Alan Rickman, un actorazo como la copa de un pino que a pesar de tener una cierta tendencia a ser el malo de la peli nos despertaba una ternura tremenda.
Y sí, la gente dirá (diremos) que se ha ido Severus Snape, pero para mí se ha marchado el jefe de los terroristas secuestradores del Nakatomi Plaza, el culpable de tener toda una película a Bruce Willis, en camiseta imperio y sin zapatos, rascacielos arriba, rascacielos abajo. Y también se ha ido el malvado Sheriff de Nottingham, que sí, era malo, pero porque el mundo lo hizo así, pero provocaba más risas que miedos porque todo le salía mal.
Pero sabéis que os digo, con él se ha ido un marido (casi) adúltero en esa película que todos (sí, todos) vemos en bucle cada navidad. Ese Harry de 'Love Actually' que ya nos dejará para siempre ese momento con Rowan Atkinson en Selfridges comprando un colgante para su amante. Y él, el Coronel Brandon, atormentado, sensible, enamorado en 'Sentido y Sensibilidad'.
Y ya sabemos que una gasolinera no es un sitio para ponerse tontorrón y a bailar, pero nos parece un lugar maravilloso al ver Alan en el vídeo 'In Demand' de Texas, con una Sharleen Spite rendida en sus brazos. Hasta siempre y gracias por los momentos.
Vía - BBC News
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