Pero que modesta que es la chica cuando quiere, hay que ver. Las hay que se tiran todo el santo día pavoneándose de su belleza y su gran capacidad para arrancar las miradas más lascivas de los hombres (que todo sea dicho, son las pocas) y luego están las que se han aprendido el cuento de que aunque se sepa que estás mintiendo y que en el fondo no lo piensas, apuestan por la actitud modosita y humilde y tiran balones fuera.
Y ese es el caso de Scarlett Johansson que, curiosamente, ahora que está de estreno y podemos verla embutida cual morcilla de Burgos en un traje negro que me río yo de los botones de la sotana de mi cura comparado con esto. Todo el mundo: ¡Oh, Scarlett, estas guapísima, que tipo tienes, que ojos, que cuerpo, que…que todo! Y ella erre que erre que no, que todo es fruto de nuestra imaginación o más bien que la culpa la tiene L’Oreal y Margaret Astor, que son los que camuflan su fealdad (y mira que ninguno nos hemos dado cuenta…)
Y no solo eso, sino que para ganar veracidad se arranca con una serie de consejos para el maquillaje destinados a sus fans (que tiene más fans masculinos que femeninos, pero ella lo intenta) y que tienen como misión tapar todas las imperfecciones que podamos lucir un día cualquiera, como por ejemplo, el día de nuestro estreno, que seguro que a todos nos llega la hora, estoy seguro…
Vamos, que de tonta no tiene un pelo y ella lo sabe perfectamente. Pero como se dice por mi tierra, mientras no haga daño a nadie, que siga dándole al asno, que cuando tenga que rebuznar, rebuznará, y eso que a Scarlett Johansson no me la imagino pegando coces a diestro y siniestro.
Vía | Alfombra Rosa