Pobre, si es que Sandra Bullock no gana para disgutos. Se entera hace poco que le han dado dos razzie a la peor actriz y no contentos con eso, también han querido darle el premio honrífico a la toreadora del mes. Y no, no es porque le guste la tauromaquia, sino más bien porque las cuestiones de cuernos en su casa da gusto ver como las torea.
¿Qué pueden ser rumores? Pues mira que lo dudo, porque abandonó el domicilio conyugal un día antes de que la prensa publicase que su marido, Jesse James, le había sido infiel. Al parecer, la presunta relación extra matrimonial salió a la luz tras una entrevista de la modelo de tatuajes Michelle McGee, apodada ‘Bombshell’ (la bomba), a la revista ‘In Touch’ en la que aseguraba que había estado manteniendo relaciones durante meses con el marido de la susodicha.
Por eso le llaman la bomba, porque las lanza como si nada y espera ha que exploten. Y así ha pasado, que la Bullock no ha podido más y se ha marchado de casa.
Y claro, nadie se lo esperaba porque habían acudido los dos muy monos y muy agarraicos de la mano a las galas de los pasados meses y él no paraba de mimarla y adorarla por lo bien que la crítica (alguna) le trataba. Ahora comprendo: esos eran los mimos de un Judas arrepentido, porque para entonces, Sandra ya tenía los cuernos que no le cabían por la puerta.
Al parecer todo empezó el año pasado mientras Sandra Bullock se encontraba en Atlanta rodando ‘The Blind Side’. La bomba Michelle dice que James le dio a entender que estaba separado de su mujer:
“Nunca hubiera empezado a salir con él si pensara que era un hombre casado”
Ya…seguro ¿y tú no lees los periódicos bonica? ¿No lees Poprosa? ¿Cuándo hemos dicho por aquí que estos dos se han separado, eh? Pues no, pero es mejor echar balones fuera, que eso de que ojos que no ven corazón que no siente se nos da de mil maravillas cuando tenemos que jugarnos el pellejo.
Y bueno, si encima fuera guapa pero… en fin, que me guardo los comentarios sobre Jesse y su gusto por las mujeres para el que le interese. Que Bullock, hija mía, lo siento mucho. Pero piensa que mejor así, que para estar mal acompañada, mejor estar sola. Y al otro que le den (pero que le de la de los tatuajes).
Vía | El Periódico