Lo de Lindsay Lohan si algún día termina estoy seguro que acabará por dejarle secuelas imposibles de limpiar en su pequeño y rubio cerebrito, porque no sé para que narices se ha comprado esta mujer una casa si se pasa más tiempo durmiendo en los jergones de la cárcel entre barrotes que en su estupendo viscoelástico comprado de “La Tienda en casa”. Así cualquiera hace negocio con ella. Pues nada, parece ser que al final la pobre (porque ya no sé como referirme a ella de la lástima que siento por su persona) va a tener que estar un tiempo más en los juzgados y eso con suerte, que como al juez se le crucé el dedo meñique igual le manda unos cuantos meses más a la cárcel para que no se olvide como era.
Y ahora la pregunta del millón… ¿de que se le acusa esta vez a Lindsay Lohan? Porque nos quedan ya pocos delitos muchacha: que si conducción temeraria, agresión a las autoridades, falta de cooperación, hurto, consumo de drogas… vamos, que su ficha policial es una fuente inagotable de ideas para los guionistas de CSI. Pero esta vez el asunto ha sido calificado por las propias autoridades como un delito menor y si ellos lo dicen será porque muy grave no ha debido de ser el asunto.
Según parece, cuando faltaba poco más de un mes para que Lindsay fuese liberada tras su paso (de tres meses, que eso no tiene nada de paso) por la clínica de rehabilitación, se le acusó de que la rubia entró en una joyería, se puso a ver collares y hubo uno que le gustó especialmente, así que ni corta ni perezosa se fue de la tienda con él. Vamos, como quien roba una nuez en un supermercado pues a la Lohan le da por robar Cartiers en las joyerías, que cada uno tiene sus vicios.
Por supuesto, tanto Lindsay como su abogado están indignadísimos porque eso es mentira y meterle seis meses de prisión como pretenden es una completa injusticia porque ahí lo único que hay es un malentendido, que el collar fue entregado en préstamo y en ningún momento Lindsay quería robarlo. Si acaso tomarlo prestado pero ¿robarlo? ¿Lindsay Lohan? Por dios, ni que estuviésemos hablando de una cleptómana o una delincuente al más puro estilo de Winona Ryder… que poco tacto, por Dior.
Vía | TMZ
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