Últimamente tenemos a Megan Fox hasta en la sopa. Y esta semana la actividad aumentará, puesto que llega a las pantallas españolas la segunda parte de la película que la lanzó al estrellato. Con ‘Transformers 2: La venganza de los caídos’ se confirma la enorme popularidad alcanzada por esta chica que ha subido como la espuma y que parece ha dado (y da) tanto que hablar por su actitud provocativa que ya está saturando y aún no se muy bien de qué va.
Puede que sus fans más acérrimos estén disfrutando de la eferverscencia de la fama en el que Megan Fox se halla. Una joven de belleza incuestionable, que ha sabido hacerse con buenas dosis de provocación, actitud irreverente y un toque de rebeldía que tiene alocado a miles de jóvenes. Pero más allá de lo que podemos ver en las revistas, de esas poses en las que explota su lado más sexy y sensual, no parece que haya mucho más. Aunque eso, puede ser cuestionable.
Y esa es la cuestión por la que me planteo ¿de qué va Megan Fox? Ha sabido aprovechar su crecimiento como estrella del cine para convertirse en reina de portadas, y sabe acaparar la atención mediática con poco que hace. Sólo hace falta ver lo superprofesional que se muestra en los photocalls, esos shows fotográficos que se montan en eventos, donde sabe posar como pocas y mostrar su boca semiabierta, su mirada seductora y su vestuario sugerente. Sin embargo, y no nos olvidemos, es actriz. O lo intenta. A pesar de que en la primera entrega de ‘Transformers’ tan sólo destacaba por su mejor cualidad, su físico, no parece que haya encontrado, de momento, una carrera con la que ofrecer más alternativas.
Y, a falta de ver su último estreno que nos llega el próximo miércoles (y puede ser uno de los taquillazos del verano), todo hace indicar que poco más está dando de sí su crecida popularidad. Parece que se ha convertido más en carne de revista rosa, con sus declaraciones. Recordemos: ha dado juego en todos los campos, desde su posición a favor de la legalización de la marihuana, a su posible bisexualidad, o su posible rivalidad y comparación con otras féminas como Angelina Jolie.
Megan Fox podría liderar, sin problema, nuestra habitual sección de “boquitas de piñón”, porque cada vez que realiza una declaración llama la atención. Y sin embargo, aún le queda mucho camino por recorrer en el cine. Mucho tiene ganado, puesto que su popularidad es todo un reclamo. No hay más que ver cómo se ha convertido en el centro de interés en la promoción internacional de la mencionada ‘Transformers 2’, con todo un despliegue de poses con vestidos a cual más sexy. Pero, esto es muy efímero y pronto puede pasar de moda. Sus tatuajes, su postura rebelde y su mirada felina son argumentos escasos para seguir en la cumbre.
Esperemos que aprenda, que se asesore bien, o que algún representante la lleve por mejor camino, si quiere seguir viviendo del cine y ser algo más que esa cara bonita que aparecía en una película olvidable o una de esas jóvenes de carpeta.
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