Pues eso, un tanto sosete y poco apropiado para dicho evento según mi parecer. Que si el día anterior Diane Kruger o Evan Rachel Wood habían estado de toma pan y moja, ayer les faltó un poco de pan a todos en el plato porque Kate Winslet iba ideal de la vida para una cena de empresarios pero poco adecuada para pisar la alfombra roja del Festival de Cine de Venecia, que le faltaba vida, menos seriedad y algo más de escote (todo muy irónico, ya sabéis vosotros) para que pudiésemos decir: mira que mona va esta chica siempre.
El vestido elegido no era ni más ni menos que de la mismísima Victoria Beckham y, en color tostado y con escote rígido y geométrico, la prenda le llegaba por mitad de la pierna (ni por las rodillas, ni por los tobillos) y estaba demasiado ceñido al cuerpo a nuestro parecer.
El outfit lo completaban unas sandalias nude de cristales son de Jimmy Choo y ese gesto de seriedad y de tener la situación controlada que solo Kate Winslet es capaz de poner aunque estemos delante de un séquito de voraces cámaras y afiladas lenguas dispuestas a hacer trizas o ensalzar nuestro vestido y nuestra película.
Fotos | Image.net
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