Ya han puesto fecha oficial y oficiosa para el estreno de la octava y última entrega cinematográfica de Harry Potter, serie que a día de hoy, junto con El Señor de los Anillos (y me atrevo a meter a Crepúsculo también) se ha convertido en una de las que más ingresos han generado, mayores índices de audiencia han cosechado y, por supuesto, más ricos han echo a sus creadores, que recordemos que J.K.Rowling, la madre literario de Harry Potter, tiene una fortuna tanto por los libros, derechos de autor, Merchandising etc… que supera a la de la Reina de Inglaterra.
La película se estrenará el 15 de julio de 2011 según ha confesado la Warner y, según ellos, han pensado en dividirla en dos partes debido a la gran extensión de la obra, que puesto que es el último y quizás más denso de los 7 libros en cuanto a información necesaria para entender el desenlace final de la obra, se hace necesario dos entregas para que así es espectador no se pierda detalle. Vale. Ahora entre vosotros y yo os cuento el porqué de dividirlo en dos partes.
Pelas, dinero, pasta, money, llamadlo como queráis pero el caso es que dos entregas lo único que hacen es duplicar los ingresos e incluso más aun, pues la expectación de como acabará la saga, unido a la fama que sus personajes han alcanzado, van a hacer que la gente acuda en masa a los cines a ver como el niño mago consigue (o no) derrotar al terrible Lord Voldemort.
Seguramente tengan razón con lo de la información, no lo dudo. Pero todos sabemos que segundas partes nunca fueron buenas pero si después de la 4, la gente sigue yendo al cine, no creo que cambie mucho con la séptima. Así que ya sabéis, para todos los Harrypotter maníacos (yo me incluyo), Harry Potter y las reliquias de la muerte, Parte I aparecerá en los cines el 19 de noviembre de 2010 e irá seguida de la segunda parte ocho meses después. Dulce espera queridos muggles.
Vía | Blog de Cine