Si hay algo que agradecerle a las peliculitas de superhéroes, aparte del despliegue de efectos especiales y las tramas con más ciencia ficción que un polígrafo de Aramís Fuster, es ver a las celebs hollywoodenses embutidas en esos sugerentes monos de licra deluxe que te dejan imaginar cada onza de su tableta de chocolate mientras salvan a la humanidad del villano/a de turno.
El estreno más reciente que va a llevar a cabo 'Marvel' es el de la esperadísima 'Thor: Love and Thunder' en la que podremos contemplar el cuerpo esculpido en el templo del deseo de Chris Hemsworth mientras derrota a los maleantes, martillo en mano y sin despeinarse su melena de rastafari de Tarifa.
A la vista está que el actor ha pasado sus dramas y comedias a la hora de poner su cuerpo a tono para realizar dicho papel. Pero no es el único. Natalie Portman, leyenda del cine y coprotagonista de la ficción, se ha sometido a un duro proceso de entrenamiento para dar vida a la fortachona de Jane Foster y la cual, no tiene ni una mijita que envidiarle a su colegui el vigoréxico.
Portman, de complexión delgada, luce como si hubiera pasado tres cuarentas del Covid encerrada en la misma casa con Kiko Matamoros y Rafa Mora donde los platitos de arroz con pollo se engullen cada tres cuartos de hora y los batidos de proteínas se inyectan en vena.
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