Este sin duda va a ser el peor año de desamores que hemos tenido en Poprosa, por dios. Qué de tragedias, qué de penas, qué angustias... aunque también os digo que lo de Leonardo DiCaprio y Blake Lively no lo veía yo con buenos ojos, que me olía a chamusquina por todos lados y uno después de llevar tanto tiempo trabajando aquí ya sabe de lo que se habla. Así que efectivamente parece ser que lo que hubiese entre estos dos ha tocado su fin y han pasado página como tiene que ser.
Y es curioso, porque aunque sin quererlo, desearlo ni cocinarlo, se ha montado un triángulo amoroso la mar de completito. Al igual que Blake Lively le ha mandado a Leonardo DiCaprio a freír espárragos, la ex de este, el bellezón israelí Bar Rafeli, también ha olvidado a su Leo y ha empezado a recomponer su vida de la mejor manera posible: aplicando lo de que un clavo saca a otro clavo. Así que dicho y hecho, se nos ha echado novio formal y acaba de confesarnos que lo que hubo entre ellos dos ya es cosa del pasado.
Lo curioso son los motivos por los que en teoría Blake y Leo han pasado a mejor vida. No sé si es porque Blake es una sosa introvertida o porque a Leonardo DiCaprio le gusta más la fiesta que a un tonto un lápiz. Sea como sea, no eran muy afines en los gustos y según parece eso ha acabado por pasar factura:
A DiCaprio le encanta salir de noche y divertirse en fiestas mientras que a Lively le aterroriza estar en público y jamás ha ido a una celebración con mucha gente
Quién lo diría ¿verdad? Que siendo como eres la mano derecha de Karl Lagerfeld (sin olvidar a Baptiste Giabiconi, cada uno a un lado del trono de Chanel) y que no te pierdas ningún sarao de moda y, más aun, te hagas fotos con las mamellas al aire como si no hubiera un mañana (y menos aun vergüenza), ahora no enteramos de que te agobias cuando te mira mucha gente y lo tuyo son más los planes de peli y mantita por la noche. Quién lo diría...
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