Marta Pombo es una de las 'influencers' más cotizadas del país. Junto a su hermana María o la famosísima Dulceida, la joven consiguió hacerse un hueco en Instagram y ganarse la vida haciendo publicidad. Al principio todo era idílico. Viajes en grupo, hoteles de lujo, fiestas a diario y eventos super 'top'. Pero no es oro todo lo que reluce. Entre tanto postureo, Marta Pombo descubrió la sombra de la depresión.
Junto a su amigo Luc Loren, la mediana de las hermanas Pombo ha hablado sobre el origen de su depresión, una enfermedad con la que está familiarizada. "La he vivido siempre en casa porque mi madre, por desgracia, por su enfermad (esclerosis múltiple), se quedó sin trabajo y empezó con depresión. No entendíamos sus pocas ganas de vivir", comienza diciendo Marta.
Y fue precisamente con su madre cuando descubrió que algo no funcionaba en su interior. "Me di cuenta de que estaba mal una vez que acompañé a mi madre a una psiquiatra. Ella me vio a mí peor que a mi madre y me diagnosticó depresión. Yo creo que llevaba mucho tiempo, pero hasta que alguien no te pone nombre no sabes que la tienes", asegura.
A día de hoy, la 'influencer' analiza con perspectiva cómo fue su declive. "La gente me decía 'vamos a salir' y yo diciendo 'no quiero salir de la cama, no quiero pensar'. Quería desconectar mi cerebro. No sentía ilusión por nada y nada me motivaba", explica.
Las redes sociales, su método de vida, se convirtieron en su peor enemigo: "Cree un personaje para gustar al resto, en las redes empezó mi declive. Exponer la relación que tenía con Luis nos vino muy mal y nos hizo mucho daño".
Su ruptura con Luis Giménez, la comidilla de Instagram
Su ruptura con Luis Giménez fue un punto de inflexión. A raíz de aquello, la joven tocó fondo. "Fue terrible, no me lo esperaba. Veíamos que no funcionaba y no queríamos verlo en realidad. Llébavamos diez años, es una vida juntos. Esa ruptura me sigue dando un nudillo en el estómago", admite. "La gente pensó que el problema era Luis y esa masacre contra él me dolía muchísimo. Nuestra relación tan pública nos hizo mucho daño".
Además, Marta Pombo relata uno de los momento más duros en su proceso. Sin pensarlo dos veces, decidió dejar de tomar las pastillas que su psiquiatra le había diagnosticado, y ese parón tuvo consecuencias. "Recuerdo estar en la ducha de mi casa sentada, llorando y repitiéndome lo patética que era. Allí dije: 'si me desconecto, ¿qué pasa?'. Decir 'me quedo dormida igual unos meses' asusta mucho".
A día de hoy, la muchacha continua con su proceso de rehabilitación, en el que también juega un papel importante su nuevo churri, Luis Zamalloa. Tal y como desveló en exclusiva Poprosa, el chaval es un dentista guapérrimo con cara de bonachón. "Es una persona que me aporta mucha tranquilidad. Tiene un corazón enorme y es que me apoya en todo. Entiende mi situación, me acepta tal como soy, con mis días malos y mis días buenos", asegura Martuky.
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