La hija de Jesulín y Campanario tiene un cacao mental que no veas. Aunque intenta currarse el perfil de Instagram con fotitos posturetas, mucho culito sexy y algún que otro bikini dos tallas por debajo de la suya, lo cierto es que Juls no avanza en su carrera como 'influencer'. Y lo peor de todo, la culpa es únicamente de su mala gestión en la red social.
Con 226 mil seguidores y un 'feed' medianamente trabajado, la hija del torero podría estar embolsándose, si quisiera, un mínimo de 3.000 pavos al mes. Sin embargo, algo impide a Julia Janeiro sacar rentabilidad a su imagen en Instagram: la actitud que tiene ante su público.
Para triunfar en redes sociales hay que establecer una relación entre 'influencer' e influenciado. Así de sencillo. Si te pasas el día colgando fotitos chulas pero tu interacción con la audiencia es nula, la has cagado. Y eso es exactamente lo que sucede con Juls, que ni siquiera permite comentar sus publicaciones.
La hija de María José se ha blindado de tal forma que ha desactivado los comentarios en sus fotos. A juzgar por este último movimiento, cabe la posibilidad de que Juls esté hasta el chumino de leer insultos por parte de sus 'haters', y por eso ha decidido cerrarse en banda.
Pero no, Julita, esa no es la solución. Si quieres convertirte en la nueva Dulceida, no te queda otra: tienes que mimar a tus seguidores y ellos te mimarán a ti. De este modo, multitud de marquitas se pondrán en contacto contigo para ofrecerte un pastizal a cambio de una foto tontorrona.
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