Una de cal y otra de arena. Instagram es como la vida misma, de pronto de estás a tope de felicidad como te llega una mala noticia y te hunde el día. Supongo que son las consecuencias de estar vivo, ¿no?. No sé, en cualquier caso, lo que importa es que mientras a Eugenia Osborne se le acaba el amor, la casa de Marta Carriedo rebosa felicidad con la llegada de su pequeño.
Se les rompió el amor, y puede que de tanto usarlo. Más que nada, por los tres renacuajos que tienen en común, eso tiene que ser difícil de gestionar.Eugenia Osborne y Juan Melgarejo anuncian su separación a través de Instagram tras 14 años soportándose. Ostras, es que son muchos.
Según publica la hija de Bertín Osborne, que, por cierto, parece estar siguiendo sus pasos con esto de la ruptura, no existe un motivo concreto para la separación. "Entre Juan y yo permanecerá siempre nuestro cariño, amistad y profundo respeto. Es un hombre y padre maravilloso al que siempre estaré agradecida por los años que hemos compartido", escribe en un comunicado. Oye, pues qué bonito, no nos vamos a engañar.
Y mientras Eugenia y Juan se ponen de acuerdo con la custodia de los peques, Marta Carriedo y su marido disfrutan de su renacuajo, recién llegado del hospital tras unos cuantos días en la UCI. Tras el parto, el equipo médico les informó de una serie de complicaciones, pero el 'baby-instagramer' ya está sano y salvo, en casa con sus papis.
Y la verdad es que es pa' comérselo. Según su madre, "es un santo, tuvo un horario muy estricto en la UCI y no sabíamos cómo iba a reaccionar, pero ha hecho dos tomas y ha dormido del tirón". No lo digas muy alto, mujer, que te vas a comer noches en vela por un tubo.
Además, la mascota que tiene la familia se ha adaptado a la perfección a la llegada de Noah y no se separa de él. Esto es un perro bueno y lo demás tonterías. ¿Quiés es más monín? ¿El bebé de la Pombo o el de la Carriedo?
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